Luis Banck dio marcha atrás al proyecto de endeudamiento que había planteado y el Congreso aprobó un formato distinto, en razón del plazo en que debe cubrirse la deuda.

Los aplaudidores del Presidente Municipal no saben cómo explicarlo. Sus lecturas van de lo simple (lo doblegaron), a lo intrascendente (le pegaron a Gali). Pero el juego de ajedrez en que se ha convertido la elección poblana de 2018 va más allá de los personajes involucrados. El endeudamiento no tenía que ver sólo con Luis Banck y su oposición en sede del Congreso no tenía que ver sólo con Aguilar Chedraui. Tenía que ver con los recursos para una campaña, con el objetivo de conseguirlos, con el cumplimiento de compromisos y con el descubrimiento temprano de leales y desleales.

Los grupos morenovallistas, yunquistas,, priistas, y panistas movían ficha para cerrarle la llave a un Presidente Municipal que planteó de manera errónea el endeudamiento. Al final, Banck encontró la fórmula semimágica: abrir la llave de los recursos y bajarle los decibeles a un tema en el que no tenía cómo salir bien parado.

Banck corrigió y ganó.

Endeudar al Ayuntamiento por un periodo superior a su administración era una cuestión poco defendible, amén de lo oscuro de la propuesta. Ahora, Banck le toma la palabra al Congreso y hará tanto o más de lo que haría con el arca llena, sin que su imagen pública se vea afectada. No significa que el arca esté vacía, sino que, en términos políticos, evitar decir por cuánto se endeudará a la ciudad, pero endeudarla poco a poco tiene una sola lectura:  victoria para Banck

El alcalde deberá tomar nota de una cuestión: el camino para ser gobernador no será un tapete de pétalos de rosas. Al interior de Acción Nacional y en el patio de enfrente, en el PRI, están listos para descabezarlo a la primera oportunidad.

Pero, a once meses de la elección, el Presidente Municipal de la capital poblana resuelve los problemas con la cabeza fría. Lejos del estilo morenovallista puro y duro de la imposición. Lejos del histrionismo.

Banck reculó para ganar. Y de eso ni sus aplaudidores se dieron cuenta.

Banck parece listo para la contienda electoral. Camina como si quisiera ser candidato. Resuelve como si quisiera ser candidato. Parece que quiere ser candidato. ¿Será candidato?

 

Ps. Habrá recursos; los habrá cuando Banck lo requería; y pareció un consenso. Más no puede pedir. El saldo negativo: sus asesores no le ayudaron demasiado.

Ps2. Si Banck quiere, Martha Ericka tendrá que conformarse con el palacio de Charlie Hall.

Ps3. Banck siempre ha parecido el plan A que no parece el plan A. Antes le llamaban «el tapado». Es el personaje en el que convergen RMV, Gali, el Yunque, Anaya y demás.

Ps4. Piña está verde. Su apuesta es la Senaduría.

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