Un obús golpeó la tarde de ayer al gobierno de Rafael Moreno Valle. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió una recomendación por las acciones y omisiones del gobierno de Puebla en el caso Chalchihuapan, donde murió el menor José Luis Tehuatlie.
La recomendación fue aceptada por el gobierno del Estado sin mayor trámite, con dos consecuencias mayúsculas: la primera, y más obvia, es que deja sin efecto su versión de que el menor murió por una herida provocada por la onda expansiva de un cohetón, que supuestamente habría sido lanzado por personas infiltradas entre los manifestantes. Larga y tediosa parece la explicación, pero más larga fue la necedad y más profunda la soberbia e intolerancia del gobierno contra sus críticos. Hoy los defensores de aquella teoría han quedado desamparados.
La segunda consecuencia es menos obvia, pero más profunda en términos políticos: Rafael Moreno Valle aceptó el autoritarismo de su gobierno; su autoritarismo. Se equivocó al impulsar una ley represora (la Ley Bala) y al insistir en que ese marco era el adecuado para el actuar de la policía poblana a cargo de Facundo Rosas, un hombre cuyo historial de violación de derechos humanos es extenso. Parece excesivo llamar asesino al gobernador, pero es cierto que sus errores enmarcan la muerte de José Luis Tehuatlie. En el corto plazo el gobernador hará cambios en el gabinete y tratará de dar una imagen de responsabilidad, pero políticamente ha admitido tres aspectos que golpean sus aspiraciones políticas: es represor, mentiroso y poco cercano a la gente.

Además, tres son los funcionarios damnificados:

Maldonado: la incapacidad
El Secretario de Gobernación. La CNDH precisa que su actuar fue inadecuado. Se mostró incapaz de llevar a cabo un proceso de negociación que evitara la violencia en el caso Chalchihuapan. (Puntos 240 al 242 de la recomendación).

Carrancá: la triste cara de la opacidad
El Procurador General de Justicia. La dependencia que encabeza Víctor Carrancá llevó a cabo una investigación insuficiente y poco aseada. Las opiniones de la Expertos de la PGR que consideró la Procuraduría del Estado no tomaron en cuenta las características de la lesión que causó la muerte al niño José Luis Tehuatlie. Tampoco consideraron las imágenes tomográficas, obtenidas en el hospital donde se atendió al menor fallecido, que permiten determinar que la herida por contusión directa que le causó la muerte la produjo un proyectil y no una onda expansiva ni una explosión, y que dicho proyectil no era un palo, piedra o arma blanca. Un desastre de investigación. (Puntos 310, 314, 315, 349, 351 al 369 de la recomendación).

Rosas: represión
El Secretario de Seguridad Pública. La policía poblana causó la muerte al menor José Luis Tehuatlie y utilizó la violencia de forma ilegal y excesiva. Además, contrario a lo sostenido por el Gobierno de Puebla, fue la policía la que utilizó primero la violencia contra los manifestantes. Por ello, la recomendación más importante de la CNDH fue iniciar una investigación contra el titular de la SSP, Facundo Rosas, para determinar su grado de responsabilidad. (Puntos 264 al 270 y 276 al 279 de la recomendación).

Al gobierno de Moreno Valle lo ha golpeado su soberbia, su incapacidad y su autoritarismo. Es su intransigencia la que presagia un trago difícil de veintiocho meses, los que le restan a su gobierno. Parafraseando a Gibon, presenciamos la decadencia y caída de un gobierno autoritario.

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