Creces y llenas de vida casas y salones, cuartos y mansiones.
Una sonrisa basta para recordar que tu alegría es infinita.
Hace tres años lloraste.
Llorarás de nuevo, pero espero que sea por felicidad,
o porque algún motivo te arranque una lágrima del corazón.
Hoy me encuentro lejos de ti.
Lejos, como aquél día de abril en el que sólo el latido de un corazón te consolaba.
Hoy me encuentro lejos, pero es sólo distancia física.
Con el tiempo lo comprenderás.
Sabrás que casi nunca importa estar junto a alguien.
Casi siempre se está con alguien.
Porque las personas que importan casi nunca están junto a ti.
Pero siempre están contigo.
Como yo en ti.
Como tú en mí.