La salida de Pablo Hiriart del periódico La Razón no es una buena noticia para el periodismo. En ocasiones, sus columnas tienen un olor a desdén y desprecio por la izquierda o por el lopezobradorismo (así como otros lo tienen por la derecha y el peñanietismo).
Para que exista un periodismo de calidad debe haber la contraparte con la que se pueda comparar.
Las columnas de Hiriart pueden ser “insufribles” o usarse para provocar algún malestar estomacal, pero son necesarias. Algunos pueden considerar a Hiriart una copia barata de Glenn Beck, por justificar “todo” con tal de “atacar” a sus adversarios ideológicos.
No obstante, la columna de Hiriart y su periodismo son necesarios. Por ello, las causas de su salida deben quedar expuestas y probadas, lo que no significa convertirlo en mártir del periodismo. Hiriart está lejos de poder convertirse en ello.
Es difícil convertirse en cordero, después de haber aullado como lobo.
http://razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=208797